La marca creó un papamóvil 100% eléctrico basado en el Mercedes-Benz G 580 EQ Technology. Un vehículo único, fabricado artesanalmente y que cumple con los requisitos del Vaticano.
Mercedes-Benz lleva 94 años suministrando vehículos al Vaticano y, durante casi medio siglo, el sumo pontífice ha utilizado modelos basados en el Mercedes-Benz Clase G. Ahora, por primera vez, la casa de Stuttgart desarrolló un papamóvil 100% eléctrico, basado en el Mercedes-Benz G 580 EQ Technology, la versión “cero emisiones” del icónico todoterreno.
La preferencia por el Clase G inició en la década de 1980, cuando Juan Pablo II utilizó el primer vehículo para eventos en la Plaza de San Pedro, un W460 modificado. A partir de 2002, fue reemplazado por un G 500 (W463), que también emplearon sus sucesores, Benedicto XVI y Francisco. También se desplazaron ocasionalmente vehículos especialmente diseñados, basados en los Clase M y Clase GLE.

Este modelo fue desarrollado en estrecha colaboración con el Vaticano y cumple con todos los requisitos de la Santa Sede. El proyecto fue gestionado en Roma, mientras que el sistema de propulsión eléctrica fue adaptado por el equipo de Graz, Austria. A su vez, los expertos de Sindelfingen fabricaron la carrocería, el equipamiento interior y toda la personalización mediante procesos artesanales.
Del Clase G al papamóvil 100% eléctrico
Para configurar este papamóvil 100% eléctrico, se tomó como punto de partida un Clase G de fábrica, que recordemos es de chasis independiente. Eso facilitó retirar el techo a partir del pilar B, el cual se integra armoniosamente en los costados para crear un perfil lateral inconfundible. En caso de lluvia o mal tiempo, un techo rígido independiente ofrece protección al papa y sus acompañantes.

A su vez, la puerta trasera izquierda fue retirada y reconstruida por los especialistas, a partir de una sola pieza y soldada a la perfección a la carrocería. En el lado derecho, las bisagras de la puerta trasera se reubicaron en el lado opuesto. Al igual que los modelos anteriores, el exterior está pintado en el clásico blanco perla y pese a los cambios, mantiene el tradicional estilo cuadrado del Clase G.
También hay que resaltar que en la parte trasera del nuevo papamóvil 100% eléctrico se instaló una silla individual central y regulable en altura. Este asiento principal giratorio le permite al papa moverse con flexibilidad y dirigirse al público desde diferentes ángulos. Para completar, se han integrado dos asientos individuales, uno a la izquierda y otro a la derecha, para pasajeros adicionales.

Un nuevo hito para Mercedes-Benz
Finalmente, el sistema de propulsión del Mercedes-Benz G 580 EQ Technology fue adaptado a las velocidades especialmente bajas requeridas para las apariciones públicas del papamóvil 100% eléctrico. Se trata de cuatro motores (uno en cada rueda), que en su versión estándar producen hasta 432 kW de potencia combinada (579 hp) y unos colosales 1.164 Nm de torque total.
El tren motriz es alimentado por una enorme batería de 116 kWh de capacidad energética, mientras que en la cabina de mando se conserva intacta la conocida interfaz MBUX con doble pantalla de 12,3 pulgadas y diferentes equipamientos en materia de confort, seguridad y tecnología ya vistos en el Clase G. Toda una combinación de diseño elegante y máxima funcionalidad.

La creación de este papamóvil 100% eléctrico representa un nuevo hito para el icónico Mercedes-Benz Clase G y marca un punto de inflexión en la estrecha colaboración que el fabricante y la Santa Sede han sostenido por años para desarrollar estos modelos. Seguramente veremos con frecuencia al papa León XIV a bordo del vehículo, quien apenas está iniciando su pontificado.
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