Škoda L&K 130: un innovador tributo al ciclismo con sello estudiantil

Škoda L&K 130

Creado por los brillantes estudiantes de la Škoda Auto Vocational School, el Škoda L&K 130 transforma un Superb Combi en una asombrosa pick-up híbrida, concebida como el vehículo de apoyo definitivo que todo ciclista profesional soñaría tener. Este proyecto no solo redefine los límites del diseño automotriz estudiantil, sino que también rinde un profundo homenaje a las raíces de la marca.

Este vehículo conceptual es mucho más que un ejercicio de estilo; es la prueba tangible de la sinergia entre la herencia histórica y la innovación futura. La elección de convertir el buque insignia de la marca en una herramienta especializada para el ciclismo demuestra una comprensión única del ADN de Škoda, donde la pasión por las dos ruedas y la ingeniería de vanguardia convergen.

Un proyecto estudiantil sin precedentes que redefine el futuro

En una verdadera celebración de talento y tradición, la Škoda Auto Vocational School ha desvelado su décimo vehículo conceptual, el impresionante Škoda L&K 130. Este proyecto es la culminación de más de 2,000 horas de trabajo intenso por parte de un dedicado equipo de 28 estudiantes, marcando un hito en la historia de la institución.

Trabajando codo a codo con expertos de Škoda Auto, profesores y formadores profesionales, estos jóvenes talentos han materializado una visión audaz: un vehículo de apoyo totalmente funcional para equipos de ciclismo. El resultado demuestra un nivel de profesionalismo y creatividad que supera todas las expectativas, estableciendo un nuevo estándar para los futuros proyectos.

Lo que hace a este proyecto particularmente notable es que rompe esquemas. Por primera vez, se ha tomado como base el buque insignia de la marca, el Škoda Superb en su carrocería Combi, un lienzo que de por sí ofrece una amplitud excepcional y tecnología de punta. Además, el Škoda L&K 130 se convierte en el primer prototipo estudiantil en la historia del programa en incorporar un tren motriz plug-in hybrid.

Škoda L&K 130

Esta elección no solo subraya un firme compromiso con las tecnologías de propulsión modernas y sostenibles, sino que también representó un desafío técnico de nivel superior. Los estudiantes integraron con éxito el complejo sistema híbrido en una carrocería que fue profundamente modificada, demostrando una capacidad de ingeniería sobresaliente.

La audaz transformación del Škoda L&K 130 a una pick-up funcional

La modificación más radical y visualmente impactante del Škoda L&K 130 es, sin duda, su conversión de una elegante station wagon familiar a una pick-up de estilo único y audaz. Para lograrlo, los estudiantes realizaron una compleja cirugía estructural, que implicó cortar el techo por detrás del pilar C y rediseñar por completo los pilares B y C para adaptarlos a la nueva y musculosa silueta.

Škoda L&K 130

Detrás del asiento del pasajero trasero, que se conservó de forma individual para mantener cierta versatilidad, se instaló una partición sólida con una ventana. Este elemento es clave, ya que separa la cabina del nuevo espacio de carga y, lo más importante, asegura la rigidez torsional del chasis tras una modificación tan extrema. Este rediseño no fue un capricho estético, sino una decisión puramente funcional y calculada.

Škoda L&K 130

Al eliminar el compartimento de equipaje original, se creó una espaciosa y accesible plataforma de carga abierta, diseñada meticulosamente para satisfacer las necesidades de un equipo ciclista durante una competición de alto nivel. La visión detrás del Škoda L&K 130 fue materializar un concepto que muchos en el mundo del ciclismo consideran un sueño hecho realidad.

«Un socio ideal y perfectamente equipado para los rigores de los eventos de carreras, combinando la comodidad de un sedán de lujo con la utilidad de una camioneta especializada.»

Ingeniería ingeniosa al servicio del ciclismo

El corazón funcional del Škoda L&K 130 reside en su platón de carga, una obra maestra de la ingeniería personalizada. Aquí se ha montado un soporte a medida capaz de transportar dos bicicletas de manera segura y, sobre todo, accesible. La genialidad del sistema radica en que toda la sección trasera es extensible eléctricamente, un mecanismo que permite a los mecánicos y al personal de apoyo acceder a las bicicletas y al equipo con una facilidad sin precedentes.

Škoda L&K 130

Esta solución técnica avanzada demuestra una profunda comprensión de las dinámicas de una carrera ciclista, donde cada segundo cuenta y la eficiencia operativa es clave para el éxito del equipo. Para optimizar aún más el espacio y añadir un toque de estilo distintivo, los soportes de las bicicletas están montados sobre rieles móviles. Cuando el platón se retrae, estos rieles levantan e inclinan las bicicletas en un ángulo de 35 grados, permitiendo que se almacenen de forma compacta y contribuyendo a la apariencia dinámica del vehículo.

Esta solución de almacenamiento no solo es increíblemente práctica, sino que también le otorga al Škoda L&K 130 una firma visual inconfundible, tanto en movimiento como estacionado. Para una versatilidad máxima, se puede montar una tercera bicicleta en un soporte de techo tradicional, asegurando que el vehículo tenga la capacidad de apoyar a un equipo completo durante los entrenamientos o las competiciones.

Un diseño que honra un legado histórico de 130 años

La profunda dedicación de este proyecto al ciclismo no es una coincidencia. Responde directamente a las raíces más profundas de Škoda, fundada en 1895 en Mladá Boleslav por los pioneros Václav Laurin y Václav Klement. Su negocio, que sentaría las bases de un gigante automotriz, comenzó con la fabricación de bicicletas, creando una cultura de ingeniería y movilidad que más tarde se expandiría a las motocicletas y, finalmente, a los automóviles.

Škoda L&K 130

Este prototipo es, por tanto, un homenaje rodante a esos orígenes sobre dos ruedas, conectando 130 años de historia con la visión del futuro. Hoy, Škoda continúa honrando ese legado a través de importantes alianzas en el mundo del ciclismo profesional. El patrocinio de larga data del Tour de France, la carrera más famosa del mundo que la marca ha apoyado durante más de dos décadas, es el ejemplo más claro de este compromiso inquebrantable.

El Škoda L&K 130 se alinea perfectamente con esta estrategia, actuando como una manifestación tangible y moderna de la conexión histórica y emocional de la marca con este apasionante deporte. De hecho, está previsto que este vehículo único se exhiba en la 112ª edición del tour, mostrando al mundo su innovador diseño y su propósito.

Škoda L&K 130

Más allá de la estética, el interior está repleto de tecnología pensada para la competición. Los estudiantes recurrieron a la impresión 3D para ciertas piezas personalizadas, como la consola de red de almacenamiento superior, ideal para guardar barritas energéticas o suministros de primeros auxilios. El equipamiento tecnológico incluye una pantalla en el tablero frente al asiento del pasajero para el monitoreo de datos en tiempo real, conectividad a internet constante, un transmisor de radio para la comunicación del equipo y una práctica nevera para bebidas. Todo está pensado para que el equipo rinda al máximo nivel, y el Škoda L&K 130 sea su centro de operaciones móvil.

Škoda L&K 130

La pintura especial combina los colores oro, rojo, blanco y negro, un esquema que refleja directamente el logotipo histórico de Laurin & Klement. Este cuidado por el detalle se complementa con una parrilla frontal iluminada, que utiliza LEDs RGB para que la iluminación pueda coincidir con el color de la carrocería, creando un efecto visual espectacular. En el interior, los asientos deportivos con reposacabezas integrados presentan una tapicería multicolor única y el logo «130 Years» bordado, reforzando la exclusividad de un concepto que une pasado, presente y futuro de manera magistral.

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