Con motivo de su visita oficial a Colombia en septiembre de 2017, el Papa Francisco hizo varias apariciones a bordo de un papamóvil diseñado para tal fin y basado en la Chevrolet Traverse.
La visita oficial de un pontífice a cualquier lugar del mundo implica un gran despliegue logístico y la disposición de una gran cantidad de recursos, incluido el uso de un papamóvil. Son pocas las ocasiones en las que se tiene la posibilidad de observar de cerca uno de estos vehículos y en mi caso, sucedió en agosto de 2017, una semana antes de la visita oficial del difunto Papa Francisco a Colombia.
Recuerdo que en esa ocasión, General Motors y su equipo de prensa me invitaron al evento de presentación y entrega del vehículo a la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Tuvo lugar durante una mañana muy soleada en la Plaza de Armas del Palacio de Nariño, en Bogotá, y en el cual estuvieron presentes todas las autoridades eclesiásticas y gubernamentales de la época.
Unos meses antes, en julio de 2017, Chevrolet nos había informado que había sido elegida para cumplir la tarea de diseñar el papamóvil que iba a ser empleado en varios desplazamientos y eventos oficiales del pontífice durante su visita a nuestro país. En total, se construyeron tres vehículos, todos ellos basados en la Chevrolet Traverse, vehículo elegido para cumplir la honorable función.
Transformando un SUV en un papamóvil
Según comentaron los directivos de GM en su momento, la modificación requirió casi cinco meses de trabajo y en la cual trabajó un equipo de más de 50 personas, entre ingenieros y técnicos de GM Colmotores. Básicamente los cambios ocurrieron en la parte posterior de cada Traverse, donde se instaló una estructura metálica con un vidrio templado que sirve de cubierta.
A su vez, hay un conjunto de barandas metálicas especiales forradas en cuero, ubicadas a lo largo de la cabina para facilitar el acceso al papamóvil o apoyarse en los desplazamientos. Obviamente, todo el interior de la parte posterior fue recubierto en cuero, donde se instaló una cómoda silla para acomodar al pontífice, la cual era capaz de girar 180° a cada lado y se podía graduar mediante unos botones.
También se instalaron dos asientos adicionales en cuero, para uso de los arzobispos que acompañaron al Papa Francisco. Ambos fueron tomados del Chevrolet Spark y modificados para la ocasión, además de contar con un ajuste mecánico del espaldar. Pero quizá lo más curioso es la escalera automática diseñada con el fin de facilitar el acceso del fallecido pontífice a la cabina.
Esta consta de dos escalones y se accionaba mediante dos interruptores: uno situado en la cabina y otro en la entrada trasera, junto al asiento izquierdo. De esta manera era posible desplegar o recoger la escalera según el caso y recuerdo que hasta contaba con una “función de seguridad” que detenía su despliegue si detectaba obstáculos para evitar daños en el mecanismo.
Obviamente, el papamóvil también estaba equipado con cuatro estribos soldados directamente al chasis para los guardias de seguridad que acompañaron al sumo pontífice en cada uno de los trayectos. Para completar, todo el tren de rodaje fue reforzado, aunque el motor V6 de 3,6 litros (281 hp y 361 Nm) y su caja automática de seis cambios no tuvieron grandes modificaciones.
Finalmente, cada unidad contaba con detalles distintivos, como el escudo del equipo de fútbol San Lorenzo de Almagro (del cual era hincha Su Santidad), una imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y una inscripción con la frase “Hecho con mucho cariño por manos colombianas”. Tampoco faltaron las placas especiales SCV 1, siglas de Stato della Citta (Ciudad del Vaticano en italiano).
¿Dónde se encuentra el papamóvil?
No cabe duda que fue un trabajo local de principio a fin. Tras la visita del Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Colombiana dispuso de los tres vehículos y fueron usados en otros eventos regionales, ya que acompañaron al pontífice a su visita apostólica al Perú en enero 2018 y también a la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, que se llevó a cabo en enero de 2019.
Hace unos meses descubrimos que uno de los papamóvil reposa en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, una de las iglesias más icónicas del país. El organismo eclesiástico lo donó al templo para que los fieles y peregrinos puedan apreciarlo y se encuentra ubicado en la esquina de una pequeña sala, al costado izquierdo del altar mayor del templo.
Con la muerte del Papa Francisco, no cabe duda que el papamóvil usado durante su visita oficial a Colombia se convierte en el símbolo de un acontecimiento histórico para nuestro país. Y por supuesto, en una pieza de gran importancia para la historia automotriz local, que afortunadamente no ha quedado perdida con el paso de los años, sino que hoy se puede apreciar tal como en aquella ocasión.
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